Domingo de Resurrección

He salido a pasear por la tarde, encontrándome en la plaza a este artista. La verdad, no ha sido lo mejor que he visto. Conocer personas tiene como ventaja y contrariedad que, cuando llega el momento de desconocerlas, algo queda pegado en tu interior como la pez en la barrica.

Salí con alguien que se paraba ante todos y cada uno de los artistas callejeros que encontraba. Bailase, cantase, tocase o defraudase, recibía, como decía, la ‘monedita’ de cortesía. He hecho lo mismo.

Desconocer a otro es conocer un nuevo yo.

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